Aunque los términos “asilo” y “refugiado” a menudo se utilizan indistintamente, existen diferencias significativas entre ambos estatus migratorios. A continuación, exploramos estas diferencias y lo que implica cada proceso.
¿Qué es el asilo?
El asilo es un estatus de protección que se solicita dentro de los Estados Unidos. Las personas que buscan asilo han llegado al país y solicitan protección debido a temores de persecución en su país de origen. Para solicitar asilo, es necesario presentar el Formulario I-589, “Solicitud de Asilo y de Suspensión de Remoción”, dentro de un año de haber llegado a los Estados Unidos. No hay costo para presentar esta solicitud.
El proceso de solicitud de asilo puede ser afirmativo o defensivo. En el caso afirmativo, se inicia cuando una persona no está en proceso de deportación y solicita asilo directamente a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS). En el caso defensivo, se solicita asilo como defensa contra la deportación en un tribunal de inmigración.
¿Qué es un refugiado?
Por otro lado, un refugiado es alguien que ha sido reconocido como tal antes de ingresar a Estados Unidos. Este estatus se otorga a personas que se encuentran fuera del país y que han demostrado temores de persecución en su país de origen.
Una vez admitidos, los refugiados pueden trabajar inmediatamente. Reciben un Formulario I-94 con un sello de admisión como refugiado y se les emite un Documento de Autorización de Empleo (EAD) poco después de su llegada.
Principales diferencias y similitudes
Ambos, tanto los solicitantes de asilo como los refugiados, deben demostrar que han sido perseguidos o temen ser perseguidos por motivos específicos. Sin embargo, la diferencia principal radica en la ubicación del solicitante al momento de solicitar protección: los solicitantes de asilo ya están en Estados Unidos, mientras que los refugiados solicitan protección desde fuera del país.
En cuanto a los derechos laborales, los refugiados pueden trabajar de inmediato al llegar a Estados Unidos, mientras que los solicitantes de asilo deben esperar a que su solicitud haya estado pendiente durante al menos 180 días para solicitar un EAD.
Dado que cada caso es único y puede tener implicaciones legales significativas, se recomienda consultar con un abogado con experiencia en inmigración para recibir orientación personalizada y asegurar que se sigan todos los procedimientos correctamente.
Entender estas diferencias es crucial para quienes buscan protección en Estados Unidos, ya que cada estatus tiene requisitos y procesos distintos. Ambas vías ofrecen un camino hacia la seguridad, pero es importante seguir los pasos adecuados según la situación personal de cada individuo.